¿De verdad que lo máximo que puedes aportar a la sociedad es haber nacido en el mismo sitio que yo? Tu problema no es el dinero, amigo.
Para mi, un argentino, rumano, marroquí, belga, portugués o francés (fijaos lo que os digo, ¿eh? un gabacho :P) que limpie cristales, toque la flauta dulce o haga malabares; aporta más, es más útil y por lo tanto tendrá mi apoyo mucho antes que un señor que dio la casualidad que nació donde yo, y donde yo se ha quedado a pedir ¡pa' qué moverse oye!
Y el problema no es el marketing del mendigo en cuestión. Cada uno puede poner en valor lo que mejor crea (he visto curriculums peores, bueno es que he visto cada cosa...), el problema es que... ¡funciona! Hay gente que cree que ese señor por ser español, tiene más derecho a recibir limosna que otro señor que no lo es. Y mira por donde, mi opinión es que es incluso al revés; porque una persona que viene de otro país, que ha cambiado de continente, ha dejado a su familia y ha hecho lo que ha estado en sus manos para estar mejor, tiene mucho más valor que otro que simplemente no encontró una obra en la que seguir trabajando. O cerró el bar en el que trabajaba y tiene la mala suerte de no tener familia, o quizá no tuvo cuidado y acabó mal acompañado, se dio a algún vicio insano y perdió la que tenía. Lo que sea.
España tiene un problema. O los españoles: la falta de apreciación del valor. No conseguimos ver más allá de nuestra polla y creemos que lo que nosotros pensamos es lo mejor y que lo que a nosotros nos gusta les debería de gustar a todos. Es más, pensamos que la tenemos tan grande que los que comparten características con nosotros son mejores que aquellos que no las comparten. De ahí que les demos dinero a mendigos por ser españoles (como nosotros), que montemos negocios sin tener ni puta idea del mercado que hay en la zona (pero eso sí, vendemos cosas chulísimas que no entiendo por qué no se venden cuando a mi me encantan), leemos los periódicos que dicen lo que quiero escuchar (para estar cómodo y respaldada mi opinión por los medios) y creemos que las cosas malas pasan por culpa de la mala suerte (o lo que es igual, por arte de magia). Luego vienen las hostias de la vida, que le pueden llegar a cualquiera, y acabamos poniendo un cartel pidiendo ayuda y diciendo que eres español operado de garganta. Es el ciclo de la vida, ya lo decía Disney.
Me gustaría decir que soy distinto pero lo cierto es que a todo el mundo le gusta mirar para abajo, ver su miembro viril y sentir que está respaldado por los medios de comunicación y por un grueso importante de gente. Que actúa de forma correcta y que tiene razón, y que obviamente el resto está equivocado. Pero lo cierto es que no tengo ni puta idea de si tengo razón o no. Sólo puedo estar seguro de intentar siempre ser congruente. Decir, pensar y actuar de la misma forma y por supuesto, buscar la verdad en lugar de lo que quiero oír.
Desde luego que esto es una opinión.Como tal es personal y obviamente sesgada por mi experiencia y mis vivencias. Pero bueno, ahí queda, para la posteridad.
un saludo!