jueves, 24 de julio de 2008

Valorar las buenas cosas.

No sé como llegó a mi mente este tema, supongo que divagando de alguna manera, en un momentito de bajón o quizá mientras sostenía una copa en cualquier botellón. El caso es que me he dado cuenta que no valoramos las cosas buenas que hay a nuestro alrededor, y si lo hacemos será siempre de una forma tímida.

No sé si es el pensamiento Español en general (aunque apostaría a que sí) o es sólo de mis alrededores y mi entorno, pero un "siempre es mejor lo que hay fuera" invade bastantes mentes. Valoramos el exterior e ignoramos lo que tenemos cerca restándole importancia.
Es normal, en parte, que cuando sales un poco de lo habitual todo te parezca más interesante o más divertido. Pero creo que nosotros llegamos al punto de confundir "mejor" con "diferente".
Nos vamos de vacaciones a una montaña que está en el culo del mundo, a un paraje natural a 300Km, a unas gargantas preciosas que hay en Cantabria y todo nos parece más bonito que lo presente. "Los Barruecos" son una mierda y no entendemos porqué viene la gente a visitarlo, Cáceres es aburrido y no sabemos cómo puede nadie admirar su parte antigua (Cuando es una de las más bonitas de España, además de Patrimonio de la humanidad) y en la vera tenemos la mejor naturaleza que puede haber, bajo un baño de aguas que bajan de la sierra cristalinas desembocando en piscinas naturales.

Es algo aplicable para cualquier campo de nuestra vida. Por supuesto anhelar siempre algo mejor y luchar por ello, pero antes de eso valorar y disfrutar lo que tenemos, no vaya a ser que lo perdamos y lo empecemos a echar de menos.


3 comentarios:

  1. A mi me gusta conocer todas las partes de España (y del mundo, pero eso ya es mas difícil) y cada parte es distinta. He estado en los Barruecos y me encantó, pero también me ha gustado Cantabria. Lo que pasa es que son sitios distintos y no hay que compararlos. Supongo que el error radica ahí.

    Un saludo!

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  2. No digo que no sea igual o más bonito o mejor. Simplemente que siempre nos gusta más lo que no tenemos. Me encantaría ir a Cantabria.

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  3. Este tema ya lo he tratado yo alguna vez. Es una cuestión de gustos también, de si el sitio donde vives cubre tus inquietudes o tus anhelos más íntimos. Conocer sitios, gentes,..., es una experiencia enriquecedora a la que nunca hay que oponerse. Ciao!

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