lunes, 24 de agosto de 2009

Behind Closed Doors

Detrás de las puertas cerradas. Ese es el título de un libro sacado al mercado hace poco por los doctores Robert. J. Baird y Ronald Vanderbeck.

¿Qué puede pasar detrás de las puertas cerradas? El jefe se zumba a su secretaria que misteriosamente asciente de manera vertiginosa, el niño que rebusca los cajones de sus padres por si encuentra algo interesante, la pareja que se acaricia de forma pecaminosa, y el cura que se pajea viendo porno en internet. O eso es lo que dice el estudio realizado por estos yanquis.

Aunque parezca mentira, el libro trata precisamente de esto último. He leído la noticia en una web seguro que interesante e instructiva, entrecristianos.com, en ella se puede leer el cometido de dicho libro. No es otro que evitar que dichos pastores del pueblo eviten las tentaciones que la red de redes pone a su disposición (cual manzana en árbol prohibido) y dejen las manitas quitas delante del teclado. Y es que, según el propio artículo, el 35% de los sacerdotes protestantes admite ver porno por internet el otro 65% no lo admite pero si lo ve.

Las afirmaciones de los doctores son dignas de mención:
"El sexo por Internet es como una droga. Un proceso muy seductor del cual las personas pueden ser esclavas".


Y además quiero hacer énfasis en que el estudio está realizado en párrocos protestantes , que tienen permitido el matrimonio y pueden tener hijos y estar con sus mujeres las veces que les de la gana. Que si lo llegan a hacer sobre los apostólicos , rebientan las encuestas. Y eso sin contar los que tengan sus canitas al aire con mujeres y/o niños.

Si no os lo creéis, podéis visitar este blog sobre uno de los párrocos más famosos de España. ¿Tiene, o no tiene pinta de pajillero?

Un saludo!

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