martes, 11 de noviembre de 2008

Objetivos

La vida es un constante planteamiento de objetivos y una lucha por su resolución. A veces ni siquiera hemos sido nosotros los que los hemos planteado y a lo mejor ni nos interesan, pero igualmente tenemos que hacer todo lo posible por cumplirlos. Es un error, desde mi punto de vista, esforzarnos para cumplir los sueños de nuestros padres, amigos... Cada uno tiene que tener sus propios objetivos y motivaciones, son realmente los que les harán sentirse realizado a la hora de cumplirlos.
Sin embargo, antes de plantearnos una meta, debemos de pensar concienzudamente las características y consecuencias que tendrá. Un objetivo ha de tener tres características básicas: plantearlo de manera afirmativa, ser realizable y difícil a la vez.
Hay que plantearlo de manera porsitiva, es mucho más motivante. Aprobar todas en lugar de no suspender ninguna, ser más trabajador en vez de dejar de ser un zángano.
Además tiene que ser un objetivo realizable a medio plazo. O poder dividirlo en pequeños objetivos. Las personas necesitamos ver que nuestro esfuerzo es recompensado de alguna manera, y saber que llevamos un camino correcto. Si tarda mucho tiempo en dar algún fruto nuestro esfuerzo, podemos cansarnos y abandonarlo, la fuerza de voluntad no suele ser eterna. Por eso cada gran meta de nuestras vidas tenemos que aprender a dividirlo por etapas, para, al final de cada etapa, ver que hemos dado un paso.
Por último debe de ser algo difícil, y eso es importante pues si nos planteamos metas demasiado sencillas, al lograrlas no tendremos ningún tipo de satisfacción. Imaginad que queréis ligaros a un chico o chica que os gusta y lo planteáis como un objetivo. Si no os cuesta ningún trabajo, ¿verdad que es menos gratificante que si has luchado con fuerza por él?.

Por último, antes de plantearnos algo, debemos de preguntarmos si merece la pena el esfuerzo que tenemos que poner y las consecuencias que tendrá. Hacernos unas pequeñas preguntas.

¿Qué deseo? Tenerlo claro.
¿Cómo se que lo he obtenido? Saber cuando lo he conseguido.
¿Qué podría impedir que lo consiguiese? Conocer los obstáculos con antelación te ayuda a superarlos.
¿De qué depende su consecución? Depende de ti, de otra persona, de circunstancias. Tenemos que intentar que la consecución de un objetivo dependa de ti lo más exclusivamente posible. Hacernos responsables de este.
¿Cuándo quiero alcanzarlo? Un límite de tiempo. Los objetivos a muy largo plazo o a muy corto plazo son difíciles de cumplir. Unos por el corto márgen de maniobra y otro porque a largo plazo es casi imposible preveer los obstáculos, dibujar un camino con anterioridad...
¿Qué podría perder al conseguirlo? Muchas metas te hacen perder otras cosas importantes. Hay que tenerlo en cuenta. Por ejemplo, empezar una relación con alguien puede obstruir otras relaciones interpersonales.
Por último...¿Merece la pena? Si crees que sí, ¡adelante con él!.

Saludos, espero que os haya gustado.

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