jueves, 22 de enero de 2009

Inteligencia artificial

En innumerables ocasiones se ha planteado la idea de la consecución -o no- de la inteligencia artificial programada por un ser humano. ¿Podrá realmente el hombre crear algo realmente inteligente? En ese caso, ¿que consecuencias podría tener?
La idea de poder conversar con una máquina de manera completamente normal y conseguir (lo más importante) que dicha máquina tuviese un sistema de aprendizaje sin duda puede llegar a poner los pelos de punta.

No es una pregunta que nos hagamos hoy y ahora sino que ya se ha planteado en numerosas ocasiones, cobrando auge a partir del siglo XX.
Ya Alan Turing, matemático y criptógrafo, planteó ya esa posibilidad creando así el denominado Test de Turing en el año 1950. Un test que determinaría cuando una máquina se puede considerar inteligente. Consiste en meter en una habitación a un juez y otras dos a un ser humano y a la máquina en sí. Y, por escrito, el juez y los individuos deberían de contestar a las preguntas de dicho juez intentando no revelar su identidad (humano o máquina). Si, a través de este método y pasado cierto tiempo, el juez no sabría adivinar quién es quién, estaríamos ante una máquina realmente inteligente.

La ciencia ficción aún no ha sido superada en este aspecto y no podemos contar con una inteligencia artificial que sustituya al ser humano como especie dominante en la tierra, aunque Spielberg lo intentase en su película o Isaac Asimov lo escribiese en sus novelas.

Por supuesto, no correremos peligro alguno siempre y cuando se sigan las pautas que el propio rey de la robótica(asimov) marcó en sus tres famosas leyes:

  1. Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
  2. Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto si estas órdenes entran en conflicto con la Primera Ley.
  3. Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.


Yo no digo nada, pero el microhondas, los viajes a la Luna e internet también fueron utopías de locos años atrás.


Un saludo.

PD. Recomiendo leáis algo sobre la biografía de Alan Turing, para ser matemático tuvo una vida bastante interesante... y los libros de la saga Fundaciones para aquellos fanáticos de la ciencia ficción y los robots.

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