lunes, 28 de junio de 2010

Historia de Z

Cetísima fue construida lentamente, cada generación trajo su propia rabia y su propio contento. Su propio desconsuelo. Cetísima es mi pensamiento. Sonríe la gente en Cetísima, que dio cínicos preparados para la inmoralidad de su cinismo. Grandes cínicos ayudados de sonrisas, y bajo los cínicos prosperaron los hipócritas, y bajo lso hipócritas perseveraron lso serviles, y bajo los serviles no hubo nada. Lejos, muy lejos, a los barrios de las afueras, obligaron a marcharse a los ilegales. Ilegales como yo, que no fuimos útiles a Cetísima [...].

Adoró Cetísima la democracia, la reverenció y le compuso canciones y le dibujó banderas. Los hombres creyeron qe había llegado el giempo, las mujeres no creyeron nada porque su tiempo fue postergado [...].

Negocios y convencimiento y la creación de una forma de vida y así prosperó una realidad, porque la realidad prospera así: la gente madrugaba, cogía el autobús (el 20, el 23, el 21, el 38, el 42) y entraba en sus trabajos. Hacían esto todos los días. Compraron pisos, y salían los sábados por la noche, y acumulaban dinero en los bancos, nunca mucho dinero. Cogían el 20.
Cetísima fue administrada por políticos que explotaban a sus electores. Se juntaban en sus despachos de roble y sillones de cuero, y se reían de la gente. Se quedaban dormidos despues de beber y de comer, y aún dormidos se seguían riendo de la gente, como autómatas de la risa. Llamaban a las profesionales más caras de Cetísima, y se enriquecían y se daban placer. Pero tampoco eran demasiado felices porque sus ambiciones nunca fueron artísticas ni humanas. Nunca se supo que fueron [...].

Cetísima seguía adelante, creciendo en su tiempo, con sus miles de calles y sus miles de bares. Generación absurda tras generación engañada, en una enorme mentira que llega hasta nosotros y perdurará más allá de nosotros. Esta resplandeciente mentira política que no causa la felicidad, oh, Cetísima en donde los peores prosperan, los vivos sucumben, y los negros aúllan inútilmente [...].

Pero Cetísima nunca fue nada, por eso me hice ilegal. La ilegalidad era la única forma de ser absolutamente moderno.

VILAS, Manuel. Magia.
DVD ediciones, 2004. pag 49-51.

Cetísima. Zaragoza. Así se hizo y así surgió como muchas otras ciudades, comunidades o países. Así describe Manuel Vilas en su libro Magia este acontecimiento. En verdad el libro entero es una maravilla literaria, pero este capítulo en particular me reflejó actualidad. Me sorprendió al completo y ha sido complicado recortarle partes por no poner un texto demasiado largo.

Se nos llena la boca de himnos y banderas que representan el poder del pueblo. Se nos llena la boca de democracia. Nos enorgullecemos de cosas inexistentes. ¿Aún alguien cree que el poder lo tiene el pueblo? ¿Aún alguien piensa que nuestros presidentes y ministros toman medidas pensando en nosotros? Mientras la democracia envejecía y poco a poco perdimos el poder, nos dedicamos a consumir y aparentar felicidad. Nos dedicamos a tragar de poco en poco y a perder mucho. A quejarnos tarde y mal y criticar al que se queja a tiempo. A acobardarnos frente a personas con autoridad (a veces caduca) en lugar de reivindicar nuestros derechos cada vez que alguien osa siquiera plantear su violación.

Cuántas veces he visto el miedo cuando teníamos que enfrentarnos a injusticias hacia profesores. Hacia la justicia, la policía, nuestros bienamados jefes... Cualquiera con un mínimo de autoridad es capaz de amilanarnos en nuestro sillón y hacernos bajar los pantalones con una destreza asombrosa.

Recomiendo este libro fantástico. Leedlo despacio. Y veréis una crítica genial y literariamente brillante, de la sociedad actual, del capítalismo. Un análisis completo que sobre todo os hará pensar muy mucho. Y pensar está altamente recomendado.

¡Un saludo!

nota: El texto anterior tiene derechos de autor. Ha sido publicado con el consentimiento explícito del autor y cualquier copia o distribución violará esos derechos.

sábado, 19 de junio de 2010

Internet avisa

Hace tiempo que Internet está aumentando su poder de manera exponencial. Estamos pasando y cada vez más rápido a cambiar los flujos de información y sin darnos cuenta Internet (como medio de comunicación) ha pasado de ser un medio unidireccional (prensa->usuarios, empresas->usuarios) para pasar a ser completamente bidireccional. Y es que actualmente la opinión de los usuarios de internet, los bloggeros y los grupos de facebook hacen a las empresas replantearse cambios, das marcha atrás, evitar ciertas medidas. Internet ha conseguido que seamos los usuarios los que lleguemos hacia las empresas, las noticias o el propio gobierno.

Esto viene a raíz de un post que leí aquí, y que recomiendo concienzudamente. Las noticias en la Red vuelan y en pocas horas tenemos a todo el sector más tecnológico de España de que Telefónica vuelve a dar por culo. Con eso, la empresa se entera del boom de su medida (medida que intentan que pase todo lo desapercibidap osible dentro de la legalidad, de ahí el sms) y se retracta, acojonada y con el rabo entre las piernas, no vaya a ser que se enrabiete precisamente el sector de población que más tarifas de datos le va a contratar.

Como este ejemplo, muchos otros se están dando últimamente en la red. Las noticias vuelan y la gente indignada habla rápido y sin mirar a quién. Es curioso, cuando algo no quieres que se sepa, precisamente en la Red se sabrá mucho antes y con más detalles (a esto se le conoce como efecto Streisand).

Hasta el día de hoy, por mucho que a ciertos sectores les pese una barbaridad, Internet es libre, está cada vez más dominada por los propios usuarios (gracias al éxito de las redes sociales y las webs 2.0), tiene unas posiblidades ilimitadas y el precio es (pese a que en España nos timen) asumible por casi cualquier bolsillo. Es tan libre, que cada acto que intente cohibir esa libertad no conseguirá más que unas horas de trabajo para los encargados de hacer manuales para saltarse restricciones. Internet avisa, y cada día más.

domingo, 30 de mayo de 2010

Salir de la crisis (o de como la peste derrumbó el feudalismo)

¡Qué buena es la historia! ¡Y qué útil para explicar el presente!

Entre sesión y sesión de estudio, rodeado de máquinas de turing y autómatas, suelo leer menéame y por ahí suelto, en un comentario, leí algo que me impresionó bastante, y que ahora comparto con vosotros.

La Peste negra del 1348 exterminó a una tercera parte de la población europea. Fue una catástrofe horrorosa. Pero, como decía Mao, de las más negras nubes cae una lluvia límpida y cristalina.
La enorme disminución en la cantidad de brazos laboriosos campesinos disponibles colocó a los señores feudales en una engorrosa situación: por primera vez el poder de negociar los términos en que se cultivaban las tenencias cedidas a los campesinos tendío a favorecer a los productores directos. Por primera vez lo que abundaban eran tierras incultas y lo que faltaban eran labriegos dispuestos a encorvar la cervis en los surcos.
Fue el comienzo del fin del feudalismo como sistema de producción dominante. A partir de allí se desatan una concatenación de eventos que van limitando inexorablemente el poder de la clase noble ociosa frente a los sectores populares laboriosos.

Y es que si ahora un tercio de la clase media se fuese al garete, fruto de algúna pandemia (como la gripe A) los supervivientes la verdad es que lo pasaríamos teta. No defiendo una masacre ni siquiera deseo que se muera un tercio de la población (aunque muchos lo merezcan...) pero si en cada oferta de trabajo de 13horas al día por 500€ mensuales, no hubiese hostias por aceptar, otro gallo cantaría. Y no es que critique a los que se dejan explotar, y es que cuando se aceptan dichas condiciones nunca es por gusto, pero sí que vendría bien un poquito de dignidad para evitar que los ricos sean aun más ricos a nuestra cosa. ¡Un poco de amor propio!

Si todos tuviesemos esa capacidad de decir NO a los explotadores, nadie sería explotado. El problema es que con que una persona acate su ley, todo el tinglado se va a la mierda. Y cuantos más esclavos hay, más difícil es salir de la esclavitud. Y así nos va todo sumidos en un bucle de desesperación por cuatro perras...

¡Saludos amigos!

lunes, 24 de mayo de 2010

Minipunto para el ministerio de cultura

Enredando por menéame, esa bonita web de noticias que frecuento , llegué a la noticia sobre el nuevo juego educativo que ha sacado el ministerio de cultura. Es un jueguito de estos online, supongo que de preguntas y respuestas. Los que han conseguido entrar dicen que es una basura, y no me extraña.

Es completamente inaceptable que las cosas oficiales sean una completa basura de esa índole. Que la página del ministerio de cultura, que se supone debe de tener una capacidad decente, se caiga cuando los usuarios de menéame (en este caso) accedan a la web. No es otra cosa que un ejemplo más de la ineptitud que tenemos en España. Seguramente, ese jueguito (un trivial de mierda que se puede hacer lo más seguro como proyecto de alguna asignatura de 2º de carrera) ha tenido un coste importante para el ministerio, y por consiguiente, para todos y cada uno de los ciudadanos.

Es más, posiblemente, semejante basura esté bien valorada por los contratistas y el que lo hizo, amigo del contratante, seguro, tendrá en un futuro proyectos parecidos de semejante índole y dificultad. También tenemos una sección oficial de juegos parecidos. Pero por favor, no entréis todos a la vez, que tiene menos capacidad que las web de mi@ de hace 10 años.

Y así van las cosas... unos tanto y otros tan poco, y vale más un buen amigo bien colocado y unas cuantas comisiones, que todos los títulos del mundo.

martes, 18 de mayo de 2010

Dinero o tiempo

Soy estudiante y como tal no tengo dinero.

Mi carrera es una ingniería explotadora (en informática) que te chupa cada minuto del día, por lo que tampoco tengo tiempo.

Sin dinero ni tiempo resulta que como estudiante de informática carezco de dos de las cosas que se buscan en la vida:dinero y tiempo para gastártelo. ¿Qué curioso eh? Para que digan que vivimos bien los universitarios...

Y todo ¿para qué? para que de aquí a unos años pueda tener un trabajo que me guste, o me disguste lo menos posible, y poder ganar más pasta teniendo más tiempo libre, una utopía irrealizable, por lo que al final acabaré puteaado por un lado o por otro.

Ironías de la vida... O ironías de España, que somos uno de los países donde más horas hechamos en el trabajo, porque no tenemos dos dedos de frente para estar seis bien concentrados en vez de once tocándonos la nariz.