miércoles, 18 de marzo de 2009

Somos nuestros errores

El hombre para aprender usa de forma predilecta el método de ensayo y error. Es el más antiguo y el que sabes que siempre te da la solución. El único problema -a veces- es el tiempo que gasta.

Es algo simple: si necesitamos realizar una tarea y tenemos tres maneras de hacerlo. Pues de forma arbitraria pruebas una, si sale bien se considera un éxito y si sale mal, un fracaso y probamos otra.

Sin embargo, uno de los errores que veo respecto a las consideraciones de dicho método es que se considere fracaso un intento fallido. Se dice que Einstein, antes de inventar la bombilla, inventó mil maneras de NO hacer una bombilla. ¿Qué quiero decir con esto? que el propio fallo es un aprendizaje excelente.

Si intentas ejecutar algo, y a la primera 'aciertas' y lo haces bien, perfecto. Pero te quedarás siempre con la duda de si con las otras opciones sale mejor, o qué resultado obtienes. Pierdes esa experiencia. Y la experiencia es la base del conocimiento.

Me gustó mucho algo que leí hace poco por meneame sobre este tema:

La ciencia es un niño que juega con cosas de adulto. Las mira, las tira, las lanza, las chupa... y aprende. Se cae.. y aprende. Se quema... y aprende. Se equivoca... y aprende.

Y es de los fallos de donde sacamos las mejores experiencias. Sacamos el cómo no se hacen las cosas. Si haces algo a la primera, realmente no conoces a la perfección como se realiza esta acción pues no has tenido un proceso de aprendizaje, no sabes como NO se hace. No sabes los fallos. Y puede ser que en un momento dado, te den la vuelta al problema y ya no seas capaz de resolverlo.

El conocimiento está en el que se equivoca, pregunta y aprende. Lo otro es simple sistematización de métodos.

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