lunes, 10 de mayo de 2010

Jugando a ser quien quiero ser

Los feos ligan más por Internet. Hasta con chicas bien guapas y que verían inalcanzables si se la encontrasen por la calle. Sin embargo tras una pantalla somos otra persona. Una persona más segura de sí misma, más interesante y atractiva. El éxito de Internet, de los chats, los foros o el Messenger a la hora de conseguir pareja, no es otro que el que viene dado por el cambio de personalidad que el propio medio nos invita a realizar. Bajo un Nick sugerente, divertido o romántico se sufre muchas veces un cambio de personalidad evidente. Creo que para mucha gente es fácil admitir como cierta la afirmación “en Internet soy otra persona”.

Esto es así por un conjunto de variables favorables que se dan en Internet:


§ El miedo al fracaso desaparece. Si algo sale mal en esa relación que has iniciado por Internet, nadie se entera, a esa persona no la vuelves a ver ¿a qué vamos a tenerle miedo?

§ Seguridad. Derivado del apartado anterior. La falta de miedo al fracaso proporciona seguridad para la interacción. Por todos es sabido que la seguridad es atractiva en sí misma.

§ Empezamos de cero. Cuando comienzas la interacción, esa persona no tiene ninguna referencia sobre ti. Ni amigos, entorno, etc. Es más, no va a conocer a tus amigos, ni va a salir por tu pueblo ni va a ver como eres en el trabajo, la universidad o el instituto. Puedes mostrarte como te dé la gana que pensará que eres así, lo fuiste siempre y te gusta.

§ Tienes tiempo de reacción. Siempre tienes esos segundos extra antes de contestar. Puedes encontrar esa frase ingeniosa que siempre buscas y siempre te llega segundos después (cuando ya no es necesaria). Evitamos el l’spirit de l’escalier (del francés, ingenio de la escalera).

§ Te creas el personaje. Te das la personalidad que quieras. Está íntimamente relacionado con empezar de cero y es consecuencia directa de ello, pero no es lo mismo. No es sólo comenzar desde el principio si no que además puedes moldear tu personaje. En la red serás quien quieras, como quieras, cuando quieras y del lugar que más te guste.


En definitiva: es más fácil ser quien nos gustaría ser. Lógicamente eso no le pasa a todo el mundo, hay personas lo suficientemente seguras de sí mismas como para poder ser dentro y fuera de la red la misma persona. Sin embargo, creo que no ando muy descaminado en mis teorías y conclusiones.

Todo esto no está basado en ningún libro de psicología, ni sacado del blog de nadie importante, simplemente es un conjunto de conclusiones a las que he llegado a través de mi experiencia personal. Yo mismo adquirí una personalidad en la red que posiblemente me hizo evolucionar fuera de ella y ser ahora lo que soy, alguien que se considera al menos seguro de sí mismo. Sin embargo, no hay duda de que me oculté como muchos otros tras la pantalla en un tiempo pasado y no me avergüenzo de ello, pues conseguir cambiar a mejor debe de ser motivo de orgullo y nunca de vergüenza.

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